Sin duda el paso de Joaquín Sabina por el Ecuador
quedará en la memoria de varias personas ( y en sus gargantas también), pues junto a su gran amigo y cantautor Joan Manuel Serrat hicieron vibrar
y delirar a cerca de 13. 000 personas con las letras de sus canciones que son
verdadera poesía. Acompañados de la armonía y la acústica de la Orquesta del
Titanic, desplegaron durante tres horas un espectáculo inigualable, donde la elegancia y las risas imperaron. Sin duda, uno de los mejores conciertos a los que he asistido en mis 20
años.
Nunca olvidaré como conocí al que después se convertiría en mi amor platónico, suena cursi lo sé, pero es lindo soñar. La cuestión es que desde que escuché su canción “Y Sin embargo” me encantó, fue amor a primera vista. Luego vino “A la orilla de la chimenea” y definitivamente, me enamoré de este genio de Úbeda. Sus canciones son un completo desahogo. Aquí un extracto de una de sus letras:
Nunca olvidaré como conocí al que después se convertiría en mi amor platónico, suena cursi lo sé, pero es lindo soñar. La cuestión es que desde que escuché su canción “Y Sin embargo” me encantó, fue amor a primera vista. Luego vino “A la orilla de la chimenea” y definitivamente, me enamoré de este genio de Úbeda. Sus canciones son un completo desahogo. Aquí un extracto de una de sus letras:
Este adiós no
maquilla un hasta luego,
este nunca no
esconde un ojala,
estas cenizas no
juegan con fuego,
este ciego no mira
para atrás.
Sabina es un poeta tremendo, sabe como enamorar y enloquecer a sus fanáticos, escribe a esas “princesas” y “magdalenas”, al destino,
que como dice, es un maricón. Sus canciones son directas, son tapujos ni timideces, ¿cómo no lo iban a ser? teniendo la influencia de grandes poetas como lo son Cesar Vallejo, Miguel Hernández, Pablo Neruda, entre otros.
Sabina es un hombre que supo salir adelante con la energía que le caracteriza e ironizar la vida a través de sus canciones, venció al tabaco, a la cocaína y a la depresión. Como dirían algunos "Es uno de esos artistas que dicen lo que piensan, piensan lo que dice y son políticamente incorrectos”.
Sabina es un hombre que supo salir adelante con la energía que le caracteriza e ironizar la vida a través de sus canciones, venció al tabaco, a la cocaína y a la depresión. Como dirían algunos "Es uno de esos artistas que dicen lo que piensan, piensan lo que dice y son políticamente incorrectos”.
Y tal vez se estarán preguntando por qué no dedique esta
entrada a los dos maestros Sabina y Serrat, simplemente porque el desahogo no
admite mentiras como lo dice el título; y si bien Serrat es un formidable cantautor, el que me atrapó fue Sabina, pudo ser el contexto o solo su forma de ser
extravagante y loca, algo diferente de los románticos y “morelios” cantantes actuales. El
si es un romántico, pero un romántico diferente que le canta al alfa y al omega
del amor, un artista que si tiene que decir la palabra culo en un concierto de un país un
tanto conservador, lo dice de la forma más normal y libre, sin disumulos y así son justamente sus
canciones, totalmente libres y perfectas.
Lo peor del amor
es cuando pasa,
cuando al punto
final de los finales,
no le quedan dos
puntos suspensivos.
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